No importaba la canción, era la juventud acumulada la que nos volvía bestias, animales salvajes que gritaban y corrían por el lugar. De ves en cuando, el estéreo nos jugaba una mala partida colocando una pequeña baladita oscura, tranquila, sumamente violenta que nos hacia llorar.
NONE CERO BAND - Cuerpos que nos traicionan al escucharte canción.