No me fío de aquellos que aseguran o pregonan que la cultura tiene o debe estar separada del espectáculo deportivo."La cultura termina cuando empieza la carne asada" es tan sólo una frase que utilizan para masturbarse el cerebro tras no poder entender las poéticas del fútbol y su resonancia social, su impacto. 
Aquellos que utilizan esa baraja sólo buscan encontrar nuevas muletillas o pedestales para sostener a las culturas altas sobre las practicas sociales de ocio y entretenimiento, demostrando la incapacidad de generar dialogo, critica sustancial, lineas de afecto, empatía y negociación entre las diferentes disciplinas culturales que nos conforman. 

Juzgada como práctica sabatina y relegada a un ejercicio dominguero de parque, vacío y simplón, la tesitura del balón pie es señalada por los personajes de un circuito cultural que sólo responde a proyecciones económicas, se refugia en la decoración y ante la urgencia y necesidad de revulsivos que nos sacudan socialmente, no trasciende de los medios clásicos (pintura, escultura, foto, video). Utilizada como un catalogo simplón de posibilidades estéticas, la cultura que se instala sobre cuartos blancos y sólo permite acceso restringido no termina por convertiste nisiquiera en un ejercicio cultural, es un mal simulacro, una sucursal decadente del club de toby.       

1. Cultura que no dialoga con cultura.
Aquellos que tendrían que verse asombrados por las practicas sociales oblicuas,  privadas, públicas y masivas se desentienden para seguir ensimismados en la idealización, los mitos y el romanticismo que alguna ves la ofreció la cultura y hoy de forma decadente, sigue operando como esquema de lotería (a uno le pasa y todos pasan el resto de sus vidas comprando el boleto).   

2. Importa más lo que profesa Guardiola que tu lista de exposiciones. 
Pep Guardiola ha retomado el fútbol de postura y la idea de no negociar ciertos valores bajo ninguna circunstancia. Dentro del trabajo impecable que ha realizado con el club catalán, tenemos que señalar como se ha tomado la responsabilidad de la imagen publica a tope y como, al fungir de director de orquesta ha logrado que cada melodía emitida desde su escenario promueva ideas, valores y motivaciones que nos vuelven mejores como individuos, como sociedad.    

3. Tiene mas huevos (del verbo carácter) Marcelo "el Loco" Bielsa que cualquier artista subversivo dentro de una galería. 
La forma en la que paso por la selección argentina, revoluciono el fútbol chileno y ahora imprime su teorema en el Atletic de Bilbao, nos enseña que cuando uno quiere luchar por algo, lo que tiene que fomentar es el hambre y el frío para producir una búsqueda mas agresiva, frontal y de carácter. La forma en la que se comportan sus pupilos con violencia educada, se tensa cuando lo vemos en una rueda de prensa cauto y tomando el tiempo necesario para que las palabras mismas se asienten y cobren sentido. Sin titubear, consciente de que los procesos triunfan, los valores no engañan, no se transforman ni se venden,       despacio pronuncia sólo aquello que en verdad tiene que ser dicho.  

4. Artistas futboleros. Leo Marz en su tesis universitaria acentúa el "empate" como uno de los grandes parteaguas entre la modernidad y la post-modernidad, mientras que Douglas Gordon o Philippe Parreno han subrayado la importancia de la práctica deportiva y su trascendencia a nivel social con la pieza en video "Zinedine Zidane a 21st century portrait". 
Les dejo la primer parte y en youtube pueden ver la pieza completa. 
Es buenísima.