Llegue a mi casa con dolor de cabeza y cuerpo cortado. 
Me tome algo de aquí y de allá y me dispuse a dormir. Fin del lunes.  
Amanecí a minutos de la muerte envuelto en temperatura viviendo la experiencia de un temascal debajo de mis sabanas; Me diagnosticaron con un virus cercano a la Influenza y me dieron una dotación de medicinas para dormir caballos.  
- Los hospitales se tendrían que volver como restaurantes de comida rápida (que te atiendan mas rápido, en tu carro si es posible) y los restaurantes del fast food deberían de dar chanclas y batas en sus combos.

Me prohibieron tener contacto humano durante una semana. 
Cada día, entre pastillas, dormir, pastillas y volver a dormir, escribí algunas lineas sueltas para mantener ocupada la cabeza.        

Día 1.  Ella estaba acostada a un lado mío, tome su mano y la puse encima de mi corazón - si se me para me avisas - le dije. 
Ella no entendió el doble sentido y pocos minutos después se quedo dormida. 
Indignado me fui a dormir con la promesa de cambiar las cosas en mi vida a sabiendas del poco crédito que me queda para dramatizar. 
El problema sigue siendo buscar en donde nunca nada se da por encontrado.
Las ingles al igual que las iglesias no debería de permitir acceso gratuito. 
Tendrían que ser solo para aquellos que perdieron o en demasía les sobra la fe.      

Día 2. La frase de "lo piensas demasiado" ha rellenado mis fallas y decorado decisión tras decisión, mis malas decisiones. Las cosas que uno cree, lo que uno siente y se atreve a pensar, como marcas en la pared acumuladas error tras error con pequeños gestos gráficos, siempre son señaladas.
Confundido trace un nuevo mapa que me permitiera conocer nuevos territorios, adentrarme mas allá de lo navegado. Encontrando poéticas en la derrota, ampliando la tesitura en humillación, pensando que acostumbrarse a perder, también significaría un triunfo. La finalidad era encontrar nuevas sensaciones, intensidades de calambres, formatos de escalofríos o quizá solo perder absoluta y completamente aquello que llaman pena. 
Incluso en el viaje que permite con bandera alzada fracasar, he errado. 
Estoy confundido.   

Día 3. El verbo "testificar" esta basado en las cortes romanas donde los hombres hacian juramentos por sus testiculos sobre alguna declaración / creo que a eso se refieren cuando te llaman a testicular.

Así que, por primera ves me atrevo a testicular:  
No dramatizar en demasía y jamas perder la pasión por el honorable acto de exagerar. Encontrar aquellas cosas que producen significado, sentido y felicidad aunque sean absurdas, incoherentes o catalogadas de imposibles. Aflojar un poco el cinturón a las inseguridades y para variar, participar desde lo que soy, un regalo, un castigo, un simple humano mas.   
- Introducirme en los profundos mares del sufrimiento sólo para ser regresado por el movimiento de las olas a tierra firme. De ahora en adelante, sólo con un chapuzón bastara.  

Día 4. Pasar una semana encerrado en silencio te enseña algunas cosas. 
Aunque uno no lo busque o lo quiera. El primer pensamiento que aparece al despertar continua conforme el día a manera de zumbido, por la tarde el repertorio de opciones y por la noche diferentes citas con las autoridades de ego, personalidad y moral. Los días se pasan largos cuasi eternos. 
Extraños, no te regalan absolutamente nada mas que la incomodidad. 

- Una pausa. Silencio (quizás es eso lo que necesitaba).  
Tiempo para pensar, desmenuzar y poco a poco entender mi juego. 
Derrepente un día - p l u p - aparece ese algo envuelto como respuesta y sientes como te cambia el humor, como se comporta distinto el cuerpo, como se van acomodando los pensamientos en su lugar.   
 
- Para enseñarnos, para darnos silencio.
Para eso son las enfermedades.   

Día 5. Mi madre vino a verme en medio de la temperatura y le sorprendió encontrarme un remolino en medio del pecho justo a la altura del corazón, pero del lado derecho. Corazón y Remolino pensé podrían fungir como coordenadas perfectas para trazar un mapa o historial de mi vida: Emocional - Problemático.     

Por un lado, la degustación continua y especialización del paladar emocional pasando por zonas de diferentes texturas en la infame búsqueda de ampliar mi rango sentimental, por el otro, un raciocinio que al estar obsesionado con un funcionar sumamente cerebral termina por ocasionar caos, revueltas, levantamientos de posturas y deformaciones del lenguaje en pro de una coherencia, siempre torcida, siempre asustada.

- Marco Antonio Corazón y Remolino.
Me disculpo y me presento.
Gabriela Gisel Peña
2/27/2012 06:55:25 am

que padre escribes marcossssssssssssss si no fueras mi primo serias mi novio pa que me escribas poemas siempre!! =D hermoso

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