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Hace algunos días me entere de que STRIKEDOWN se había juntado a ensayar después de 2 años de su separación. 
La reunión responde a la invitación para ser el acto abridor de una banda internacional y regresa al mapa a una de las tres bandas mas importantes en los últimos años dentro del genero MetalCore. Fightback, Shival-vah y Strikedown hicieron durante muchos años un buen trabajo en generar una escena con altos parámetros de calidad y ejecución teniendo plazas importantes como El Roche 

y el Ibex que respaldaron las propuestas y les dieron la posibilidad de tener continuidad publica para ir gestando y madurando sus proyectos. 

Con el regreso del strikedown, me viene un sabor amargo y nostálgico al pensar en como en los últimos años ante el bombardeo mediatico de la cultura del miedo, su introducción en los campos del espectáculo ha diluido o perdido por completo rituales importantes en la música como el Pogo, el Mosh Pit, el Slam y el sagrado dialogo con el publico a través del intercambio de escupitajos; Actos que respondían al impulso de liberar tensiones utilizando a la música como pretexto para cara a cara, hombro a hombro, golpe a golpe, soltar ese abstracto de energía que en todos los otros esquemas cívicos cotidianos nos prohiben utilizar.

Otra de las perdidas significativas dentro del cajón de viejos rituales del hombre es el TIRO LIMPIO. Enfrentamiento al estilo del oeste en donde ojo por ojo, diente por diente se saldaban cuentas en la medida que lo corporal se acomodaba 

a como se pudiera, dentro de las inconformidades sociales. 
SI bien, la ley del oeste tenía sus reglas y sus injusticias, al menos nos daba un parámetro en donde todos peleábamos con las mismas armas desde el mismo contexto al mismo nivel. 

A lo que me refiero, es que el Tiro Limpio, contrario a la época contemporánea de la pistola suelta, te ofrecía posibilidad. Posibilidad de defender lo que creías correcto, tus valores, a tu gente, tu territorio, tus palabras. El insulto, la protesta y el puño cerrado al aire son actos cívicos dentro de la zona violenta que jamas debimos de haber negociado. 

NONE CERO BAND - El regreso no se debe de establecer como visitas guiadas a las glorias juveniles y las acciones que en algún momento nos construyeron sentido. El regreso tiene que responder a la urgencia de revivir aquellos actos públicos que en el pasado nos dieron cara y hoy (mas que porfavor, por piedad) 

es necesario que retomen el escenario para todos, recuperar el micrófono, la voz, la palabra.