"Lo mío, lo mío... no son las citas; Aunque estoy obsesionado con el ritual y todo lo que le concierne, simplemente nunca he sido muy bueno para entender los ritmos y el tipo de tramite que implica".  
Marco Tresniños. 

1. Llego a la universidad y en las escaleras me topo con una mujer que siempre me ha parecido sumamente bella. Entro al salón y tomo la decisión de romper la temporada depresiva y de una buena vez ir a platicar con ella, así que salgo y la encuentro al final del pasillo. Me dirijo hacia ella, decidido, confiando, valiente, solo para, a pocos metros de encontrarnos cara a cara quebrar la dirección violentamente y meterme al baño de hombres. (Regreso al salón derrotado). 
Me animan a una segunda vuelta, salgo, la encuentro en donde mismo, tomo aire, me aviento de forma despiadada sobre la idea y justo antes de soltar una palabra a centímetros de ella mi cuerpo me traiciona y en la euforia del escape termino en la cafetería, me compro un chocolate y una coca que después regalo a una compañera. Tercera oportunidad: salgo a buscarla y ha desaparecido. Aplaudo y me digo a mi mismo "bien jugado, se intento, se lucho, no se gana, se empata pero bien jugado" regreso al salón pero antes de entrar volteo solo para verificar el empate y me sorprende con su regreso (pensé que ya me había librado) nervioso entro al salón, tomo una hoja y una pluma y dibujo un picahielos. Salgo temblando del salón, me acerco... 

"toma, para romper el hielo". 
Marco Tresniños 

Ella con una cara muy bella abre la hoja y al ver el picahielos se ríe, yo abrumado por mi triunfo me volteo y me voy a galope de regreso al salón. Nunca supe su nombre. Años después creí encontrarla por facebook y me aventure a mandarle un inbox en donde le dejaba ver que yo era aquel chamaco el del picahielos. Para mi sorpresa, nunca contesto ! 
(ya se, ya pinche se, ni le muevan).                   

2. Salí a correr a calzada, para mi sorpresa durante todo el trayecto una joven que pintaba algunos años menor que yo iba adelante de mi dejando que yo disfrutara del ejercicio visual y físico. Por momentos, ella volteaba y sin inmutarse parecía solo querer estar segura que yo aun me mantenía en la persecución. Después de dar la vuelta completa los dos llegamos a un punto previo a retirarnos en donde mientras ella hacia los estiramientos finales y me sonreía de una forma tan coqueta yo encontraba la perfecta oportunidad para acercarme y conocerla. 
Motivado por mis antiguos triunfos (picahielos) me acerque y la salude, 
ella solo dijo "hola". 


"perdón que te moleste pero siempre me pasa lo mismo... me encuentro con alguna mujer bella como tu y por miedo no le hablo; Para cuando me doy cuenta ya se fue y nunca me la vuelvo a topar, así que te propongo algo: que te parece si me das tu celular, no tengo donde apuntar obviamente, si me lo aprendo te marco mañana y salimos, si no me lo aprendo pues nimodo" - Marco Tresniños 

El juego le pareció justo, con un pequeño gesto entre risa y nerviosismo me dijo que solo me lo daría una ves, cláusula que yo acepte. 
-Me dijo el numero a una velocidad considerable; No muy rápido para chingar, no muy lento para enamorar. Después se despidió con un beso cachetero y se marcho. Yo en la emoción del momento no logre repetir la secuencia de números ni dos veces. De ves en cuando voy a correr a la misma hora para ver si nos encontramos, nunca la he visto otra ves.    

3. Después de haber sido castigado por el Sr. facebook por andar de picaflor agregando a toda señorita disponible, una de las que me acepto se conecta al chat y yo me aventuro a saludarla. Conversamos por unos minutos y resulto ser una mujer interesante, inteligente. Atrevido como nunca le invito una cerveza a lo que ella contesta en afirmativo, cuadramos las horas y el mapa y ya entrada la noche nos conocimos por primera ves. 
Después de 600 pesos en bohemias oscuras y una de esas platicas que te hacen pensar "en donde había estado esta hermosura, pedasote de mujer toda mi vida" ella se acomoda el pelo de forma elegante y me mira... 

"oye, pero si sabes que soy lesbiana o no?"
mujer con la que tuve la cita.  

Yo respondo con una mano que no y con la otra saco cuentas del dinero invertido en conocer a otra bella, sexy e interesante amiga lesbiana. 
(acto seguido, chingo a mi madre). 

4. En una cita que tras yo ir palomeando todo lo que aparece en el librito (restaurante, vino, platica de sobremesa) pensé que el barco tomaba buena dirección se me ocurrió comentar que se me hacia gracioso como a manera de CV uno siempre cancela las malas experiencias en relaciones de corto y largo plazo para siempre parecer un buen candidato. 
Ella confundida por el tema me pregunta que cual fue la ultima razón por la que alguna mujer me bateo. 

" Siempre he sido intenso, pensé que en un país en donde todos los días se muere cualquiera, uno no tiene ni tiempo, ni espacio que perder" 
Marco Tresniños  

Al día siguiente después de mandarle 3 mensajes y dos llamadas perdidas ella me arrojo (como si fuera un hueso) un inbox en donde me explicaba que mi persona causaba el efecto del no se que en su persona, que ella estaba segura de que a mi me había ocurrido con anterioridad y que la entendería en esta extraña e incomoda situación.   

"Si bien, tanta mala cita ha manchado mas que a mi figura publica, mi moral, 
me reconforta la lectura diaria que le doy al buen historial de largos noviazgos 
mientras despacho la fama de galán para seguir disfrutando de Soledad: 
la única mujer que sabe tener una buena cita con un hombre, a solas".  
Marco Tresniños.