Cuando en la juventud se presenta una ruptura sentimental y una pareja se desborda, el divorcio lejos de plantearse en una separación de bienes materiales se establece dentro de una plataforma de negociación emocional compleja y sumamente abstracta. En lo personal, el divorcio musical es la negociación que mas me ha costado, el tener que separar discos, artistas, géneros,,, para volver a plantear limites, parámetros, aquellos que son (eran-serán) míos y los que le tocan a ella, me ha resultado una tarea sumamente violenta y desgastante. 
Al principio, aparecieron ciertas bandas que a nadie le intereso negociar, era muy claro su posición dentro del mapa. Después en la lista vinieron las incomodas que se nos quedaron en medio y serán esos amigos en común que no quisieron opinar en el caso, tomar lado o partida, que optaron por quedarse en el genero tibio haciendo que yo me sintiera dramáticamente ofendido y reaccionara con desapego. Por estar en el genero terco, perdí muchísimas bandas que me gustaban pero de alguna forma absurda y extraña, yo solo respondía a lo que se presentaba ante mi como una forma de traición frontal. 
Hay algunas que me pertenecen, son mías y podrías revisar el historial. 
Venían dentro de mi maleta, son mi referente, mi mapa de gustos, afectos, 
mi catalogo de expresión. 

Podría renunciar a la música para renunciar a ti, pero hay un pacto que tengo con ciertas canciones que no puedo romper, no se, es difícil de explicarlo, ellas me construyen, tu me desarticulas.
 
Puedes creerlo pero he sido moderadamente infeliz. 
... hice así una canción y creí, que verías en ella un piropo, 
La escuchaste y después me dijiste lo tuyo es del genero bobo... 
(NV). 

En tu cuarto con tus risas / Jugamos guitarritas y a inventar una pequeña canción / Mis dedos recorrían tus piernas suavemente para construir un solo mientras te cantaba quedito al oído una nueva canción / Es bonito pensar que dentro de nuestras canciones permitimos que existieran besos después del coro, un verso y después un abrazo o largas pausas de silencio en donde solo nos mirábamos de frente / Derrepente metía mi cara en la cueva, tu cuello, mi lugar / Te reías de las canciones, sabes que al igual que Nacho soy parte del genero bobo / Con las sabanas de escenario, fui encontrando en tu cuerpo mil instrumentos / Tu cuerpo provoca algo extraño al estar cerca del mío, como cuando una guitarra se acerca a un amplificador y suelta un sonido muy agudo, así... pero en el estomago / Todavía me acuerdo de la forma en la que mueves tus manos cuando bailas / Me dices que estas cansada, que me aleje porque ese estilo de música no te interesa / En mis huellas se quedaron tus muslos impregnados / Siempre estaré enamorado de tus piernas de largas / De ves en cuando tomo una almohada y la coloco entre mis piernas, con mis dedos construyo en la tela una canción / Ahora ya no le canto a nadie, la ultima gira me dejo desgastado un corazón. 

Tarareo tu recuerdo. 
Me haz dejado el cuarto lleno de canción.
 
He vivido mi historia siempre a través de mis contemporáneos. 
Todas mis practicas les pertenecen. Seguiré utilizando una mascara o maquillaje en el ritual de rendirle respeto al hombre sensato. 

Necesito nuevos amigos, ya se me están acabando las mentiras.