En lo que algunos siguen contemplado nuestra realidad como una ficción lejana
y añoran a personajes heroicos a que solucionen o paralicen la situación,  
otros tantos nos vemos inmersos en la tragedia cotidiana de escuchar y co-vivir historias de amigos, familiares, vecinos y conocidos que involuntariamente han sido involucrados en la pelea de poderes y territorios. Lo que años atrás parecía suceder solo en sectores específicos, mientras que otras zonas se encontraban "blindadas" hoy a quedado muy claro que la vida en esta ciudad no vale absolutamente nada. El panorama actual nos subraya la necesidad de ser mas conscientes en nuestros rituales de saludo y despedida.  
Conforme la situación se dilata nos hemos vuelto expertos en correcciones, ampliaciones y actualizaciones de testamentos. 
Cuando derrepente sentimos el aire a favor y el maquillaje mediatico se aleja del tema, ingenuamente creemos que la cosa esta cambiando, pero siempre tienen la forma precisa de dejarnos bien claro con algún nuevo suceso que esto es nuestro presente, nuestra realidad y nuestra forma de vida.   

Hace tiempo me platicaron una versión, en donde esta persona analizaba la posibilidad de contemplar a los grupos del crimen organizado, narcotraficantes, 
y guerrilleros como la cara de los revolucionarios contemporáneos que cansados del mal manejo del país, de la opresión, la falta de empleo, educación, salud 
y oportunidades, se reunieron y empezaron a señalar las grietas (muy a su estilo 
y forma). Esta persona me comentaba - quizás, simplemente nos toco estar del lado opuesto en la revolución en donde no vamos a ser nosotros los que cansados nos levantemos en armas. Ya hay un sector que no viene de fuera, son los mismos mexicanos luchando por la misma tierra que levanto la mano
y entablo la batalla contra el poder actual. 

Yo ante todo esto respondí - Que Jodido, supongo que entonces nosotros, 
la clase de en medio pasiva, solo estamos en las calles observando como se avientan piedras de ventana a ventana, mientras dos sectores de grandes poderes luchan por el control del país. 
Los que lo habitamos esta ciudad solo vemos como los vidrios nos caen encima y van cortando la piel, dejando cicatrices y las calles llenas de sangre.

- Así es, afirmo. 
Después en un tono extraño me dijo: es como tu le dices "la vida en el infierno".





Con mucho cariño y respeto para sus amigos y familiares.  
nomo: te mando mucha fuerza y energía para librar esta batalla, estas todo el tiempo en mi pensamiento y vamos a estar contigo para que salgas adelante de esta situación. Fuerza hermano. 



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